Tienda de Vitorio y Lucchino en Madrid

Quizá porque el sector del lujo, o el semilujo es al que dicen menos le afecta la crisis parece que casi todas las escasas novedades que se han producido este verano-otoño en el sector del retail se centran en el barrio de Salamanca, más concretamente en las Calles adyacentes a Serrano.



En general nada destacable: el local de la firma de mobiliario y complementos Hábitat en la calle Hermosilla ha sido ocupado por Zara Home y parte del antiguo local que ocupaba esta ha sido ocupado por Oysho, otra de las empresas del grupo Inditex.



En la calle Lagasca nos encontramos con la apertura del nuevo local de Del Pozo, y casi enfrente del mismo la sorprendente vuelta a la capital de Vitorio y Lucchino, y decimos sorprendente porque está dedicada a moda de caballero, una apuesta arriesgada teniendo en cuenta lo difícil que es este público y lo que cuesta sacarle de sus locales habituales de compra.



Hace unos años, debido a una serie de problemas los diseñadores sevillanos cerraron su local en Madrid, situado en esa misma calle pero más cerca de la Calle Ortega y Gasset, donde exhibían sus colecciones para mujer y en su planta sótano una zona dedicada a Novias, uno de sus salvavidas en años pasados.

Superados al parecer aquellos problemas los diseñadores vuelven a abrir tienda en Madrid, en la misma calle Lagasca, pero en esta ocasión en el número 28, más cerca de la calle Alcalá y una zona mucho menos comercial.



Según leemos en los diversos comunicados para este nuevo proyecto han creado una propuesta para el hombre que engloba desde básicos hasta accesorios dividida en tres colecciones: bohemia, campo y preppy. Todo con un aire casual y chic pero conservando su espíritu sevillano.



El local es un amplio espacio de dos plantas donde los interioristas del estudio Madrid in Love (de los que ya hemos hablado en otras ocasiones) han querido reflejar el estilo de vida de Victorio y Lucchino en Sevilla. Para ello, la tienda se ha dividido en dos, una zona más urbana y otra de campo, más rústica y con más madera.

El resultado es un espacio espectacular de techos altos, paredes revestidas con pino rústico y suelo de madera recuperada en el que arañas de cristal y hierro iluminan la colección.

Decorado con objetos de todo tipo, desde copas de hierro, cuernas, cestas, platos de cerámica a obras de arte, todo lo que se ve se puede comprar, no sólo la ropa, también los muebles, el atrezzo, las cerámicas, los dibujos...



Según dicen también, la novedad estriba en la tecnología, que ponen Raona, Samsung y Microsoft. Mediante ella cada cliente puede crearse su perfil en la tienda indicando sus preferencias y su tipo de vida, y gracias al sistema informático desarrollado por Microsoft encontrar rápidamente lo que más le puede interesar o por ejemplo mediante un lienzo digital el cliente puede elegir prendas, grabar su talla, probar estilismos y ver cibernéticamente lo que mejor le sienta.



Esto, según nuestra modesta opinión, es estupendo para la página Web de la tienda pero no más que un reclamo de marketing para la tienda dada su escasa superficie y modelos de la colección que exponen.



Nosotros que le deseamos el mayor de los éxitos y que nos gusta el espacio que se ha creado, dudamos de su éxito, porque si no se conoce la tienda es difícil saber de qué marca se trata, los únicos distintivos son los nombres puestos con rotulador blanco o pintura en el cristal, un detalle elegante y discreto pero poco comercial. También por razones de enfoque de producto, ya que nos parece que no aporta nada nuevo al panorama de la moda masculina, clásico ya de por sí, y su única diferenciación consiste en la marca y algún pequeño detalle de color. Y por último, porque tampoco el emplazamiento creemos sea el más idóneo para este público y producto. Pero ojala nos equivoquemos.