Casa Decor 2013

Como cada año se celebra en Madrid una nueva edición de Casa Decor de la que nos hacemos eco en nuestro blog. Como muchos ya sabéis, se trata de una muestra de decoración en la que participan diversos interioristas que decoran un edificio vacío. Generalmente intentan que sea un edificio interesante por su arquitectura y el de este año desde luego también lo es y se desmarca de anteriores certámenes.



Si el año pasado le tocó a un edifico “clásico”, de finales del s. XIX como la que fuera sede de la Real Compañía Asturiana de Minas de Carbón; este año bajo el lema “Tomamos la Embajada” nos convocan en la que hasta hace poco fuera embajada británica en nuestra ciudad. Un inmueble circular, creado en 1966 por W. S. Bryant, organizado en torno a un patio central, siguiendo el llamado estilo “brutalista”.



El edificio donde se celebra la edición de este año connta de 3.900 m2,repartidos en tres plantas con una amplia zona de entrada y aparcamiento, que ahora albergaba los establecimientos de hostelería (los dos restaurantes y el bar), y zonas ajardinadas. Al tratarse de un edifico de oficinas el recorrido de este año es más lineal y menos laberintico y no ha faltado ningún rincón por remodelar, desde los patios exteriores, a las diferentes estancias.



Otra de las peculiaridades de esta edición es que las tres plantas del edificio dedicadas a oficinas, estaban compartimentadas en despachos iguales con grandes ventanales de 3 metros de altura. Esta característica ha dado a los decoradores y arquitectos la oportunidad de mostrar sus trabajos en las mismas condiciones, sin que la estructura interior beneficie o perjudique un proyecto por encima de los demás.



Como no podía ser de otro modo la omnipresente crisis se ha dejado notar también aquí, y lo ha hecho en forma de espacios mucho menos elaborados, - incluso en los espacios presentados por algunos grandes como Diego Rodriguez, Javier Muñoz o Javier Castilla es palpable el ajuste presupuestario-, y en una notable disminución en la presencia de patrocinadores.Tambien se han incorporado algunas galerias de arte, donde se puede adquirir obra de todo tipo. Hemos echado de menos también a otros cabezas de cartel habituales en anteriores ediciones, quizás la mas destacada ausencia ha sido la de Luis Puerta.



Como viene siendo habitual desde hace tiempo en interiorismo la tendencia más generalizada es el “vintage”, usar nuevamente lo viejo, o lo nuevo pero con aspecto de viejo. Elementos reciclados, papeles pintados, textiles y, en general, materiales low cost son los protagonistas este año.



También como era de esperar el toque “British” está muy presente en bastantes espacios, ya sea por el uso de los colores de la bandera inglesa, la misma bandera inglesa, el estilo inglés de muchos elementos, o los guiños a algunos “iconos” ingleses.



Uno de los espacios que más nos gustaron, y quizá también uno de los que menos han reparado en medios, fue el espacio de Deulonder Arquitectura. Lluisa Deulonder y Chone de la Sotilla muestran un acogedor espacio en tonos grises y blancos dedicado a cocina, comedor, despensa y planchador separados por espectaculares cristaleras, donde no falta detalle. Estudio que normalmente está presente en Casa-Decor Barcelona y ha venido a Madrid a ampliar mercado por la mala situación económica que atraviesa la "Ciudad Condal".



El de Artefactum es quizá para nosotros el mejor espacio de esta edición. Un concepto moderno y funcional inspira el “Espacio Gira” de Manuel Núñez Uceda y Sergio Moreno Díaz, cuyos elementos claves se han determinado a partir de un juego de líneas rectas y curvas, y en el que destaca la personal selección que se ha hecho de texturas y colores. Nos proponen una acogedora suite abierta dividida en tres piezas: zona de estar, dormitorio y zona de aguas, en la que la domótica de la firma GIRA es la encargada de dotar al espacio de una perfecta funcionalidad.

La sorpresa, y la “joya de la corona”, de este año ha sido sin duda el antiguo despacho del embajador. La intervención ha sido llevada a cabo por Olga Palmero Mazón, quien se ha enfrentado a un gran reto porque era la única habitación de todo el edificio que aún permanecía amueblada casi como si nada hubiese cambiado desde 1966.



A la interiorista le pareció tan genuino que decidió conservar ese toque british y ese espíritu de los 60 que planeaban por toda la estancia (y que además están tan de moda en estos momentos), y optó por mantener gran parte del mobiliario, rehabilitando solo aquellas piezas que necesitaban una pequeña actualización por el efecto del paso del tiempo, y añadir otras nuevas con un inconfundible sabor retro que no desentonan lo mas mínimo.



Si aún no lo habéis visitado y queréis hacerlo daros prisa porque estará abierta hasta el 23 de Junio en la C/Fernando El Santo 16, en horario de 11 a 21 horas todos los días.