Floristas Fransen et Lafite

Este pasado fin de semana pasamos a conocer la floristería Frasen et Lafite abierta hace unos meses en la Calle Espejo Nº 5 de Madrid, y que casi sin publicidad, solamente por el boca oreja, esta consiguiendo hacerse destacar dentro de este sector en la ciudad.

Lo cierto es que nosotros conocimos su existencia por una reseña que publico la revista AD hace un mes aproximadamente. No es un sitio por el que uno pase si no es vecino del lugar, es mas bien lo que llamaríamos un sitio destino, situado en el Barrio de Opera a escasos metros del Teatro Real.

Cerca de ella ya existía una floristería tradicional, bastante correcta para lo que suele encontrarse en Madrid, una ciudad en la que no es habitual la compra de flores fuera de ocasiones especiales y fechas señaladas, algo que si se da en otras ciudades europeas donde es corriente que junto con la compra semanal se adquiera algún pequeño detalle floral para la decoración del hogar. Suponemos que esta otra floristería estará notando, y mucho, la competencia y es que si nos preguntamos que distingue una de otra, la respuesta es como siempre precisamente eso, la diferenciación; Frasen et Lafite han sabido rodear el mismo producto (aunque sus flores también son diferentes, incluidas las artificiales de una gran calidad) de un entorno y una atmosfera cuidada y de buen gusto y de una atención exquisita.



Al igual que comentamos en su momento que el acierto de Zara Home para vender ropa de Hogar había sido la introducción de otros elementos que complementen y hagan mas atractiva su oferta estos profesionales de la floristería combinan su mercancía no solo con otros accesorios obligados como maceteros, jarrones, cestas y otros, sino también con otros objetos de decoración y algunos muebles de estilo “vintage” cuidadosamente seleccionados que también se encuentran a la venta. Cuentan además con una selección de velas perfumadas de dos exclusivas marcas como son Carriere Fréres Industrie y Trudon, esta ultima con olores tan peculiares como “Pan caliente sacado del antiguo horno”, “Ropa blanca limpia” u “Olor a húmedo de un muro de claustro antiguo” delicadamente protegidas bajo campanas de cristal.

Según nos vamos acercando al local unos elegantes toldos negros con el nombre de la tienda en blanco nos anticipan que vamos a encontrarnos con algo diferente y dan cobijo a las numerosas plantas que nos dan la bienvenida a un a un local cuya puerta desaparece dejando una gran hueco que nos invita a entrar y permite un trafico fluido entre exterior e interior

Dentro nos encontramos un espacio sencillo y austero que ha respetado la arquitectura tradicional del local, sus espacios, bóvedas, etc., lo que le confiere incierto aire de loft que cede todo el protagonismo a los objetos, plantas y flores que sus propietarios tan elegantemente han sabido distribuir y colocar. El local dispone de tres estancias claramente diferenciados por niveles: el espacio principal o planta de calle donde se encuentran las plantas y flores naturales, la selección de velas en campanas, el mostrador de caja, etc. y desde el que se accede bajando unos peldaños situados en uno de sus laterales a un espacio intermedio menor donde se encuentra la colección de plantas y flores artificiales, combinadas con velas y objetos, y desde aquí se baja al sótano propiamente dicho donde encontramos mas flores y objetos, además del mostrador de preparación de pedidos que comunica directamente con el de caja por otra escalera.

Uno de los factores, importantísimo como no nos cansamos de decir, aunque no se den cuenta aquellos que no sean profesionales, es la iluminación con la que han dotado al local. Se ha huido de la iluminación fluorescente tan frecuente en negocios de este tipo o de los leds impuestos por la moda del ahorro energético y se ha optado por un cuidado juego de luces y sombras creadas mediante proyectores que bien dirigidas las primeras y abundantes las segundas producen una atmosfera intima y relajante que potencia e invita a la contemplación de todos y cada uno de los objetos.

En una conversación que mantuvimos durante nuestra visita con uno de los propietarios nos comento que el local anteriormente había sido un estudio de arquitectura y que ellos no realizaron muchos cambios en él, salvo colocar un nuevo revestimiento en el suelo, cambiar la puerta de entrada por una que pudiera abrirse totalmente, y pintar e iluminar el espacio. Aun así, se quejaba, no sin razón, como ya sabemos todos los que de una manera u otra nos dedicamos al comercio, de las complicaciones que el Ayuntamiento les había puesto para su apertura y de como habían tenido que contratar a un estudio de arquitectura para que legalizaran su actividad con unas tasas bastante importantes para el trabajo realizado, requisitos bastante diferentes a los que se exige en sus países de origen.

Comparaban la diferencia entre el nuestro y otros países de Europa a la hora de abrir un negocio por las pocas facilidades que aquí se encuentra para ello, incluso pensaban que quiza mas para ellos por el detalle de ser ambos extranjeros, pues los propietarios son dos socios, Patrick Frasen (con el que hablamos) de procedencia Holandesa, donde ya trabajaba en el mundo de la floristería, de gran tradición y prestigio en aquel país - Holanda es uno de los puntos mas importantes de comercialización de flores desde hace siglos - y Francisco Javier Alcain Lafite de origen franco – español que procede del mundo de la decoración y el paisajismo.

A destacar que en contra de lo que pudiera parecer por su puesta en escena y la calidad y originalidad de sus productos que sus precios son muy razonables, estando en concordancia con otras floristerías que no ofrecen una experiencia de compra y atención como la que ellos ofrecen. Desde aquí les deseamos la mejor de las suertes.

Como ellos mismo dicen en su pagina Web y compartimos,

Juntos han encontrado el escenario para dar forma a esta novedosa combinación en la capital, en el numero 5 de la calle espejo les esperan para dar forma, color y olor a sus deseos.